Una gran variacion de formas de ver.
Tratandose del otoño como una arpa delicada meciendo sus colores sobre la superficie de la Tierra y de mi mano y la de mis compañeros,decidimos aprovechar las buenas luces que todavia se dan en Elsigen a pesar de la altura,de sus 1800m con tremendas rutas bordadas sobre estupenda roca y de su paisaje,como si quisiera la Luna bajar a beber de la nieve de las cimas.En la aproximacion andando por un estrecho camino de tierra,echo por los caminantes que son muchos los que transitan por el,ya sea por mero echo de pasear o los que como en mi caso lo usamos de aproximacion a la pared.Me detuve a la altura en que el bosque se hacia cada vez mas denso y oscuro,donde la luz se filtra entre el ramaje y la ojas,un echo bien conocido aqui por su belleza.De aquel baño de luz como chorros de un manantial de agua clara y transparente,vi que unos sutilisimos hilos como si todo el bosque fuese bordado por aquella finisima tela,resplandecian mecidas por el escaso viento como si se tratase de una danza de movimientos lentos como la apariencia de siluetas que ejecutan las nubes.Por unos minutos que no pude bien medir en la mella del Tiempo,me quede observando todo aquel recital hasta que en el sumido silencio de mi resplandeciente sorpresa,alguien con voz que en aquel momento me parecio del todo inoportuna,me desperto de tal maravilla y al alzar la vista y usando las manos como una visera sobre los ojos protegiendome del sol,recordandome mi retraso y en todo caso cual era el camino a seguir respecto a los demas.Aun segui manteniendo durante quizas un minuto mas mi vaga compostura,al menos para el,mientras estimaba aquel momento de lo mas agradable y a la vez repleto de toda belleza.Asi que segui omiso a mi compañero hasta que decidi unirme en mi atareada mision de aquel dia y que al contarles descubri en sus ojos que me sentia como un rebelde misionero totalmente complacido.
Escultura de Cristina.
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