Casi es un pecado cerrar los ojos y caer en el precipicio del sueño para dejar de ver lo que la noche nos cuenta en su permanente movimiento,se divulga entre un tapiz de parpadeantes luces conversaciones que mantenemos hasta altas horas de la madrugada,perplejos a la constante creacion que las capas de la belleza nos dibuja en el filmamento desprendiendose asi un contenido fascinante en que no basta vivir con tan solo cinco sentidos.
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